El tiempo, los artistas y las exposiciones de media carrera
Casi todo es una cuestión de tiempo. ¡Qué importante es el tiempo y que poco lo respetamos! Siempre corriendo, sin distinguir el urgente de aquello que es importante. En arte, el tiempo es fundamental para que los artistas puedan desarrollar sus líneas de investigación, puedan hacer tanteos, cometer errores y encontrar soluciones. Qué gratificante y que emocionante es visitar una exposición de un artista del cual se sigue el trabajo prácticamente desde sus inicios y con el cual de vez en cuando se tiene la oportunidad de compartir proyectos y charlas, y ver como, de golpe, todo encaja, cómo trabajos primeros y actuales se relacionan y muestran una coherencia, cómo su discurso logra un punto de solidez.
Esta es la experiencia que he vivido estos días en CA2M, lo Centro de Arte Dos de Mayo a Madrid al visitar la exposición Panal, de Francesc Ruiz, que recoge trabajos realizados por el artista entre los años 1997 y la actualidad. Francesc Ruiz empezó a los 90 con cómics expandidos, dibujos minuciosos en los cuales tenían lugar multitud de escenas urbanas en las que aparecían grupos que vivían la ciudad con diferentes niveles de codificación (mil y una situaciones diversas en El Corte Inglés, cruising en Montjuic o usos hospitalarios, educativos y de ocio con arquitecturas hechas de cuerpos y no de edificios en la Zona Alta de Barcelona). De los cómics expandidos enganchados a las paredes de las salas de exposiciones a poner el énfasis en la distribución había un paso, con quioscos en Barcelona, pero también allá donde las exposiciones y las residencias lo llevaban: Venecia, El Cairo, y tiendas de cómics vinculadas a modalidades de consumo o comunidades muy concretas (Yaoi, gays).
Las identidades, personales, sociales, sexuales, urbanas y disidentes son el leitmotiv del trabajo de Francesc Ruiz. La exposición Panal culmina (literalmente) con una gran instalación (grande en dimensiones y grande en trascendencia): Three Streets, Three Colours que se convierte en un punto de llegada y un paso más allá en el trabajo del artista. El antecedente más directo es BCN Eye Trip (2008), una video instalación en la que la ciudad era reducida a sus logotipos. Ahora, en el gran atrio del CA2M, Ruiz crea una ciudad vertical, global, caótica, llena de color y de excesos, que nos confronta con los tres niveles de uso y distribución en nuestro mundo global y digitalizado: el azul de Lycamobile, es decir, de las telecomunicaciones y la incorporación de las personas migrantes a nuevas ciudades; el amarillo de Uber y de correos, es decir, de la logística y la mensajería y finalmente, en el nivel más alto, el rojo del entretenimiento online por adultos. Y así, en 20 años de diferencia el universo de Francesc Ruiz nos ha llevado desde los dibujos de múltiples y calidoscópicas micro-escenas simultáneas a sumergirnos en esta gran ciudad virtual, deslocalizada, estandarizada y desregulada.
Francesc Ruiz, Three Streets, Three Colours, 2020
CA2M, Madrid
Fotografia: Sue Ponce Gómez