Arte contemporáneo & pensamiento crítico

Soy Montse Badia, historiadora del arte y comisaria de exposiciones y proyectos. Soy co-fundadora y directora de A*DESK.

Me preocupa la estandarización que vivimos y la pérdida de derechos. Creo que el análisis del pasado es crucial para entender el presente. Todo esto lo traslado al trabajo curatorial y al ámbito editorial partiendo de la investigación y la transdisciplinariedad.

Noticias

El Risc Radical

Un documental sobre el Espai 10 / Espai 13 de la Fundación Miró de Barcelona

 

Proyectos

No sólo tenemos una estrecha relación con el agua: somos agua. El 70% de nuestro cuerpo y el 71% del planeta es agua pero sólo un 2% es dulce. El agua es un recurso finito que circula, se regenera y se transforma, pero no se puede crear. El ciclo natural ya no puede seguir el ritmo de la demanda global: si en 1900 la humanidad consumía unos 670 km³ anuales, hoy gasta cerca de 4.000[1]. Nos encontramos, pues, ante una crisis ecológica que interpela la forma en que consumimos y administramos este bien común que es también un derecho humano.

El agua renovable disponible -la de lluvia, acuíferos, embalses o depósitos- depende de una compleja infraestructura de captación, transporte y tratamiento (pozos, canales, desaladoras, depuradoras). Todo ello conforma una red vital que sostiene la vida humana, pero también la industrial, agrícola y energética. No es casual que la Bienal de Arquitectura de Venecia 2025 haya situado el agua en el centro del debate: mientras el Pabellón Catalán reivindicaba la imaginación radical como herramienta para afrontar su crisis, el proyecto The Architecture of Virtual Water de Benedetta Tagliabue hacía visible la huella hídrica invisible.

Beber, comer, producir o desplazarnos requieren agua. Por eso, casi todos los países disponen de Leyes del Agua que regulan los derechos de uso, la calidad, los servicios y las tarifas, así como la protección de ríos y lagos. Pese a ser un recurso gratuito, su tratamiento y distribución conllevan costes elevados. En muchos territorios, la escasez y la desigualdad en el acceso han generado tensiones (las guerras del agua) que atraviesan fronteras: es el caso de los conflictos alrededor del Tigris y el Éufrates, el canal de Crimea, el lago Chad o el Mediterráneo oriental y también de los abusos por parte de empresas transnacionales en sectores económicos estratégicos, que provocan un impacto negativo en el entorno y las comunidades afectadas[2].

Ante este panorama, es necesario imaginar pactos hidro-sociales[3] que integren conocimiento científico, comunitario y ambiental para garantizar una gestión sostenible y justa. Como defiende Yayo Herrero[4], recuperar la memoria de los cinco elementos —agua, aire, tierra, fuego y vida— es esencial para repensar nuestra relación con el mundo. El agua es recurso, metáfora y memoria; una fuerza que moldea territorios, cuerpos y relaciones.

En este marco, Cartografías de agua propone un recorrido por cuatro prácticas artísticas que convierten el agua en dispositivo de percepción, rastro histórico, genealogía del cuerpo y herramienta de resistencia. La exposición se despliega como una confluencia de miradas que vinculan ecología, espiritualidad, tecnología y cuidado. Las obras invitan a detenernos, a escuchar el curso del tiempo y del cuerpo, a percibir lo líquido como un espacio de relación y de memoria compartida.

Anna Dot. Libacions (2022–en curso)

Libaciones es un proyecto que consiste en una serie de páteras de cerámica y acciones colectivas. Se inspira en los rituales griegos de libación, en los que se derramaba agua o vino en honor de los ausentes. Sus páteras, decoradas con flora y fauna locales, se han activado en París, Villava y Sant Martí d’Empúries. En esta última acción, incluida en la exposición Aguas, lenguas y olvidos (Museo del Mediterráneo, 2024), las libaciones siguieron el trazado histórico del Ter, desde Colomers hasta el Mediterráneo, homenajeando un antiguo brazo del río hoy reducido a canales de riego. Libaciones combina investigación, gesto poético y comunidad, y nos recuerda que cada gota contiene una historia.

Caterina Miralles Tagliabue. 0.5 (2025)

0.5 es una instalación audiovisual que contrapone la inteligencia tecnológica de los centros de investigación climática y el saber popular de los pescadores de La Laguna de Venecia. El título -0,5 cm- alude al aumento anual del nivel del agua, símbolo del impacto del Antropoceno. Dividida en cuatro bloques temáticos, combina datos, relatos y paisajes para reflexionar sobre la ecología, la memoria y la convivencia entre formas humanas y no humanas de conocimiento. La obra se convierte en un espacio de observación y escucha donde la información científica y la sabiduría tradicional confluyen en un mismo flujo.

Fina Miralles. Mar, cielo y tierra (1973) y El retorno (2012)

Referente del arte conceptual catalán, Miralles ha explorado la relación directa entre cuerpo y naturaleza mediante acciones con tierra, hierba, piedras y agua. Mar, cielo y tierra es un collage que asocia palabras e imágenes -mar, cielo, nube, lluvia, sol- para aludir al ecosistema como unidad viva. El retorno es el registro fotográfico de una acción posterior en el tiempo que dialoga directamente con las llevadas a cabo en los 70 (Relaciones. Relación del cuerpo con el agua. El cuerpo en el mar) y que se vincula también a sus trabajos sobre la figura de la mujer, la fuente, el mar y las mujeres de agua como formas de memoria ancestral. Como dice la artista: «Lo que es importante es el agua que canta, el agua viva. Canta el agua, cantan los pájaros, las sirenas, las ballenas y cantamos nosotros.»[5] Su obra nos invita a reaprender a escuchar este canto primigenio, como un acto de afirmación y arraigo.

Stella Rahola Matutes. La Cronometradora (2023)

La Cronometradora es una instalación que convierte el vidrio en metáfora del agua y del tiempo. A través de una arquitectura translúcida y respirante, la obra reflexiona sobre el proceso artesanal y científico del material, su carácter poroso y mutable. Rahola propone un arte «bebible», hecho de vapor y luz, que nos recuerda la interdependencia entre materia, medio y cuerpo. Su investigación conecta tradición e innovación, conocimiento manual y tecnología, y defiende una práctica artística comprometida con la sostenibilidad y el cuidado del planeta.

Así, Cartografías de agua traza un itinerario que combina sensibilidad, conocimiento y compromiso. Las obras reunidas hablan de la necesidad de imaginar una nueva cultura del agua –una cultura que reconozca en ella no un recurso a explotar, sino una forma de vida compartida. En tiempos de emergencia climática, estas prácticas nos invitan a pensar desde el flujo, a entender que, como el agua, también nosotros formamos parte de un ciclo infinito de transformación y retorno.

 

 

 

 

 

[Cartografías de agua es una exposición colectiva comisariada por Montse Badia, con las artistas Anna Dot, Fina Miralles, Caterina Miralles Tagliabue, Stella Rahola Matutes, presentada en la Fundació Úniques 6/11/25 – 14/2/26]

 

 

 

[1] Paniagua, Jesús M. Agua. Historia, tecnología y futuro. Ed. Guadalmazán, Madrid 2023.
[2] Arenal Lora, Libia (ed.), Negocios insaciables: Estados, Transnacionales, Derechos humanos y Agua. Ed. Fundación para la Cooperación APY Solidaridad en Acción, 2015.
[3] Cerarols Ramírez, Rosa. «Pacte hidrosocial» en 100 paraules per a l’aigua: un vocabulari. (Ed. Eva Franch i Gilabert, Mireia Luzárraga, Alejandro Muiño). Catálogo  Catalònia in Venice. Water Parliaments. Evento Collaterale de la 19a Exposición Internacional de Arquitectura _ La Biennale di Venezia. Lars Müller Publishers, Institut Ramon Llull y Colegio de Arquitectos de Cataluña (COAC), 2025
[4] Herrero, Yayo. Los cinco elementos. Una cartilla de alfabetización ecológica. Arcàdia Editors. Barcelona, 2021.
[5] Fina Miralles en conversación con Mireia Sallarès. «Canta el agua, cantamos nosotros». Video-entrevista. Fondo #06  MACBA, 2021

Fecha: Jueves, 16 Octubre 2025, 19:30 h
Lugar: MACBA, Auditorio Meier, Barcelona

La conferencia “Cuerpos de Evidencia” con Adam Broomberg e Ido Nahari analiza la circulación y el funcionamiento de imágenes violentas de genocidios pasados ​​y presentes.

Desde Gaza hasta Namibia, Nahari y Broomberg revisan las técnicas visuales de demonización y glorificación en la imaginería de guerra para abordar su papel fundamental en la definición y representación de los límites morales de la violencia. El debate gira en torno a la nueva gramática fundamentalista creada por esta documentación, que visualiza la aflicción —los cuerpos destrozados de víctimas vulnerables que se enfrentan a invasores aparentemente invulnerables— y, por lo tanto, santifica ciertas formas de vida mientras devalúa otras.

Esta presentación continúa y amplía las reflexiones que presentamos el pasado julio (enlaces a los artículos más abajo), continuando nuestra exploración de cómo las imágenes circulan, codifican y moldean la percepción de la violencia.

Imagen destacada © Adam Berry

Modos de no ver

Cromos coleccionables con vidas

Violación performativa

Privación de la mirada

La evidencia de los cuerpos


«Cuerpos de evidencia» es un evento organizado por A*DESK y PEI OBERT – MACBA.

Textos

La obra de teatro The Inheritance [La herencia], de Matthew López, habla de distintas generaciones de hombres gays de la ciudad de Nueva York: los de hoy y los de ayer, aquellos que lucharon por sus derechos y contra el sida y su estigmatización. La herencia a la que hace referencia el título es “la de la historia, la comunidad y el yo de cada uno”.

En los últimos meses hemos perdido a dos personas a las que debemos mucho. Montse Guillén vivió el Nueva York de los años ochenta y sufrió la pérdida de muchos de sus amigos. Uno de ellos, Keith Haring, contó con su ayuda para gestionar los permisos y encontrar una ubicación en Barcelona para el mural. Todos juntos podemos parar el sida (1989). Pareja y cómplice de Miralda, Montse Guillén hizo una aportación única con su forma de vincular la innovación culinaria con la creatividad artística. Con Miralda crearon el restaurante El Internacional en Nueva York y el proyecto FoodCultura, una propuesta visionaria que explora las interrelaciones entre cocina, arte y ciencia, y que colecciona, archiva y activa aspectos de las identidades humanas, rituales y tradiciones culinarias. Montse era una persona activa, enérgica, risueña y siempre dispuesta a embarcarse en nuevas aventuras.

Sólo unas semanas después nos dejaba también Antoni Mercader, pionero del arte multimedia en nuestro país y miembro del Grupo de Trabajo, donde coincidió con Muntadas, entre otras. Fue coautor, junto con Eugeni Bonet, del primer libro sobre videoarte publicado en España: En torno al vídeo (1980). Durante un par de años se ocupó de los Lunes de Vídeo en La Virreina, programando cintas representativas de la evolución del medio. Tuvo un papel clave en la definición de la Mediateca de la Caixa, dirigida por Carme Garrido, concebida como un gran archivo accesible que ponía el foco en el uso social de los nuevos medios. Pero, sobre todo, Antoni Mercader era una persona generosa que compartía su experiencia y sus conocimientos mientras tejía puentes entre generaciones de artistas, críticos y comisarios.

Con Montse Guillén y Antoni Mercader tenemos una deuda inmensa las generaciones que hemos llegado después, y también las que han venido —y vendrán— detrás de nosotros. Por ellos, por Montse y Antoni, nos queda un sentimiento profundo de cariño, de homenaje y, sobre todo, de gratitud.

 

 

Artículo publicado en BONART 202. Otoño-Invierno 2025

A menudo se habla de cómo los distintos agentes del ecosistema del arte redefinen sus roles y modelos de trabajo. El caso de Hauser & Wirth resulta especialmente interesante, no solo por ser una de las galerías con mayor peso en el panorama global, sino por la manera en que ha ido definiendo cada uno de sus espacios de forma diferenciada, incorporando aspectos vinculados al entorno y al bienestar que enriquecen la experiencia de coleccionistas, clientes y visitantes. En este sentido, Hauser & Wirth Menorca aúna naturaleza, sostenibilidad y una cierta exclusividad.

Pero no se trata aquí de analizar modelos galerísticos, sino de comentar las dos exposiciones que este espacio acaba de presentar: sendas muestras individuales dedicadas a dos artistas de trayectoria más que consolidada, Mika Rottenberg y Cindy Sherman.

Cindy Sherman. The Women

Reencontrarse con la obra de Cindy Sherman siempre es destacable, especialmente si se considera que su última exposición individual en España tuvo lugar en 1996 en el Museo Nacional – Centro de Arte Reina Sofía de Madrid, organizada conjuntamente con el Museo Boymans van Beuningen de Róterdam.

En esta ocasión, The Women reúne piezas fundamentales realizadas entre las décadas de 1970 y 2010. Entre ellas se incluyen algunas de sus series más icónicas, como Untitled Film Stills (1977-1980), fotogramas ficticios que evocan la nouvelle vague, el cine francés de los 60, el neorrealismo italiano o incluso Hitchcock.

Esta es la única serie a la que Sherman ha puesto título. Como explica en un documental producido por Art21 —incluido en la muestra—, no suele titular sus obras, ya que prefiere dejar espacio a la ambigüedad y no condicionar las posibles interpretaciones. En Menorca pueden verse también algunos trabajos tempranos de su época como estudiante, donde ya se percibe el germen de Untitled Film Stills. En ellos, como es habitual, Sherman experimenta con maquillaje, pelucas, vestuario y máscaras, desempeñando simultáneamente los roles de modelo, directora y fotógrafa, activando el disparador de la cámara desde dentro de la escena. También se incluyen piezas de las Murder Series, donde encarna personajes que combinan lo cotidiano y lo inquietante, anticipando algunas de las figuras que aparecerán más adelante en su film de distribución comercial Office Killer (1997).

No obstante, el núcleo de la exposición lo conforman trabajos posteriores centrados en mujeres —tema articulador de la muestra— de mediana edad y distintos estratos sociales y económicos, situadas en escenarios enigmáticos: ya sea por paisajes dramáticos tratados de forma pictórica que contrastan con la elegancia de los modelos de alta costura (en colaboración con Vogue y Harper’s Bazaar), o por el uso de capas, transparencias y dobles exposiciones.

La exploración sobre la construcción de la identidad a través de la representación de la propia imagen, uno de los ejes centrales de su obra, se anticipa a preocupaciones actuales vinculadas al uso de las redes sociales, especialmente Instagram. Precisamente en esta plataforma encontramos la cuenta cindyshermanlegacyproject, una iniciativa de Hauser & Wirth dedicada a garantizar la conservación de su obra y preservar su legado.

Mika Rottenberg. Vibrant Matter

La exposición Vibrant Matter, de Mika Rottenberg, transita entre la realidad y la ficción para confrontarnos con los sistemas del postcapitalismo y cómo estos condicionan nuestras existencias. Rottenberg crea instalaciones y videoinstalaciones inmersivas, como Cosmic Generator (2017) —presentada por primera vez en Skulptur Projekte Münster— y Spaghetti Blockchain (2019).

Cosmic Generator establece conexiones entre espacios tan lejanos como México, California o un mercado de productos plásticos en China, combinando escenas reales y ficticias. Por su parte, Spaghetti Blockchain gira en torno a las materias primas, las texturas artificiales y las partículas microscópicas registradas durante una residencia de la artista en el CERN. Esta videoinstalación de tres canales incluye un sofisticado diseño sonoro que combina desde manipulación de bolas de plástico y efectos ASMR hasta cantos guturales tradicionales de Siberia, que crean una conexión sensorial con el espacio y la naturaleza.

La serie informalmente conocida como The Flappers recorre distintos arquetipos femeninos de los años 20, 30 y 40: mujeres empoderadas que aspiraban a transformar la sociedad. En estas imágenes, Sherman introduce también una reflexión sobre la edad y el envejecimiento. Uno de los momentos más llamativos del documental antes mencionado ocurre en su estudio, donde muestra cajones organizados con prótesis dentales, ojos postizos, máscaras y accesorios. También la vemos entusiasmada al comprar vestuario —animal print, lentejuelas y brilli brilli— a partir del cual va intuyendo a sus nuevas protagonistas.

Ese universo sonoro nos acompaña mientras visitamos su instalación más reciente, Lampshares (2024–2025), que han convertido el estudio de la artista en Nueva York en una suerte de microeconomía circular. En colaboración con Inner City Green Team y Gary Dusek, la artista ha creado una serie de lámparas a partir de enredaderas invasoras del norte del estado de Nueva York y plástico reciclado de contenedores locales. Así, Rottenberg produce esculturas funcionales con materiales considerados tóxicos o desechables, que sin embargo provienen del petróleo, y por tanto, de organismos vivos de hace millones de años. A través de esta reutilización, la artista resignifica residuos y materiales nocivos otorgándoles un nuevo uso que pospone —y cuestiona— su impacto ambiental.

Ese universo sonoro nos acompaña mientras visitamos su instalación más reciente, Lampshares (2024–2025), que han convertido el estudio de la artista en Nueva York en una suerte de microeconomía circular. En colaboración con Inner City Green Team y Gary Dusek, la artista ha creado una serie de lámparas a partir de enredaderas invasoras del norte del estado de Nueva York y plástico reciclado de contenedores locales. Así, Rottenberg produce esculturas funcionales con materiales considerados tóxicos o desechables, que sin embargo provienen del petróleo, y por tanto, de organismos vivos de hace millones de años. A través de esta reutilización, la artista resignifica residuos y materiales nocivos otorgándoles un nuevo uso que pospone —y cuestiona— su impacto ambiental.

Cindy Sherman. The Women y Mika Rottenberg. Vibrant Matter pueden visitarse en Hauser & Wirth Menorca hasta el 26 de octubre de 2025.

Artículo publicado en A*DESK 3-7-2025

“Es crucial revalorizar el arte y la cultura, destacando su impacto social. Las instituciones deben enfocarse en calidad y sostenibilidad en lugar de rapidez. El sistema está saturado e insostenible, y es hora de reinventarse”.

Montse Badía