BCN Producció cumple tres ediciones. Con motivo de su exposición más reciente reflexionamos sobre el papel de esta convocatoria en relación al panorama artístico local.
En el año 2006, el Instituto de Cultura del Ayuntamiento de Barcelona puso en marcha BCN Producció, una convocatoria abierta destinada a producir trabajos de artistas emergentes de la escena local. Recordemos que La Capella como espacio expositivo llevaba un tiempo sin acabar de encontrar su lugar y aquella convocatoria pudo significar su identificación con jóvenes creadores. A diferencia de otros espacios que ya abordaban este ámbito (Sant Andreu Contemporani, a través del Premio Miquel Casablancas, Can Felipa o Art Jove. Sala d’Art Jove de la Generalitat, por citar algunos ejemplos), BCN Producció no se contentaba con seleccionar y producir trabajos, sino que quiso reflexionar y debatir sobre lo que identificó como el gran tema del momento: “la producción”.
Antes de continuar, hagamos un breve repaso a los nombres que han ido pasando en el transcurso de estas tres ediciones: la primera convocatoria, la del 2006 contó con un jurado integrado por Amanda Cuesta, Valentín Roma, Manuel Olveira y Oriol Gual y en la exposición que comisariaron Cuesta y Roma, se mostraron los trabajos de Jeleton, Julia Montilla, Didac P. Lagarriga, Enrique Radigales y Jorge Satorre. En la edición del 2008, el jurado estuvo compuesto por Amanda Cuesta, Eloy Fernández-Porta y Martí Manen y se seleccionaron y produjeron los trabajos de Carlos Albalá-Ignasi López, Efrén Álvarez, Ana García-Pineda, Ruben Grilo y Job Ramos. La edición que nos ocupa, la del 2009, ha corrido a cargo de Amanda Cuesta, Eloy Fernández-Porta y Carles Guerra y presenta los trabajos de Fito Conesa, MOMU & NO ES, Joan Morey, Mireia Sallarés y Oriol Vilanova. Las tres ediciones suman un total de quince artistas, lo que significa quince nuevas producciones.
Uno de los aspectos positivos a destacar es que el apoyo institucional que se plantea no se reduce al mero apoyo económico para la producción y que el jurado no limita su labor a la selección de propuestas sino que hay un seguimiento de los proyectos, es decir, un trabajo curatorial. Se agradece también que para contrarrestar las rimbombantes premisas de la convocatoria: “dar apoyo a una hornada de nuevos creadores, responder a las necesidades económicas y comisariales de los artistas participantes y proponer lecturas creativas a las problemáticas de la contemporaneidad”, uno de los miembros del jurado, Carles Guerra haya declarado que la selección final de los artistas no pretende ser representativa de la creación actual en Barcelona, sino que de lo que se trataba era de elegir buenos proyectos. Nada más y nada menos. Y traigo esto a colación porque durante la celebración de BCN Producció’08 y de las jornadas de debates que se organizaron, se quiso poner el énfasis en aspectos relacionados con la producción que insistían en el descubrimiento de formas de trabajo aparentemente inéditas. Se habló de la importancia del proceso, de la necesidad de un nuevo modelo de publicación para acompañar tan fascinante proceso, de la relación entre disciplinas, etc, etc. En realidad, formulaciones de este tipo no hacían más que intentar abrir debate y reflexión donde en realidad lo que había era una voluntad de desplazamiento, de no llamar a las cosas por su nombre: ¿modos de producción? ¿énfasis en los procesos? pues sí, desde los conceptuales de los años 60 y 70 el trabajo de numerosos artistas pone el énfasis en el proceso más que en el objeto final; ¿publicación que recoge y reflexiona sobre todo el proceso? si estuviéramos haciendo un crucigrama, la palabra empezaría por la letra “c” y tendría ocho letras: catálogo (hace ya muchas décadas que el catálogo dejó de ser el inventario de una exposición para funcionar en paralelo a las premisas planteadas por ésta); ¿relación con otras disciplinas? también hace ya muchos años que los artistas tienen a su disposición ilimitados medios, temas y ámbitos de actuación. El problema es que no se conviertan en amateurs y que sus propuestas tengan impacto en la sociedad, pero ese sí que es otro gran tema. En definitiva, planteamientos que no aportan gran cosa al debate artístico y que además desvían la atención de lo realmente importante, esto es, las propuestas de los artistas.
Así que antes de entrar en materia, nos parece interesante plantear brevemente algunas cuestiones sobre el significado y el papel de BCN Producció. ¿Es BCN Producció un revitalizante de la escena local? ¿Sirve para abrir un debate real sobre arte? ¿No corre el riesgo de convertirse en un vivero artificial de artistas? ¿Qué papel juega en el circuito local? ¿Es un verdadero mapeo de lo que sucede aquí y ahora? ¿Cuál es el siguiente paso para un artista tras participar en BCN Producció? ¿Es realmente “la producción” el gran tema? ¿Habrá suficientes buenas propuestas de artistas distintos para continuar esta convocatoria con una periodicidad anual? ¿No tendría más sentido que La Capella encontrase de una vez su línea de programación, quizás centrada en artistas emergentes, y BCN Producció pasara a tener una periodicidad trienal o cuatrienal?
Más que una exposición colectiva, BCN Producció’09 son cinco propuestas individuales que se verán completadas próximamente con una publicación, a excepción de una de ellas que es básicamente una publicación. Se trata del “Diccionario-museo del éxito” de Oriol Vilanova (Manresa, 1980). No podemos dejar de preguntarnos sobre la necesidad de «colgar» literalmente todas las páginas de la publicacion en la pared, aunque este ligero desacierto formal no desmerece los aspectos interesantes de este trabajo con el que el artista sigue su exploración sobre las ideas de éxito y fracaso. Este análisis se inició en forma de archivo, con una compilación de textos y aforismos de fuentes bien variadas, desde Salvador Dalí a Guy Debord, pasando por Robert Walser o Pau Riba, que se formalizó a partir de imágenes de Arcos de Triunfo en Sant Andreu (2008) o con un verdadero “gabinete de curiosidades” alrededor de la celebración de la derrota (Sala d’Art Jove de la Generalitat, 2008). Con su diccionario, en el que encontramos con voluntad enciclopédica entradas como «alfombra roja», «ambición» (el último refugio de todo fracaso), «promesa», «valor» o «warhol», entre otros, Vilanova utiliza la contraposición éxito-fracaso aplicados tanto a la carrera artística como a la propia vida y reivindica el fracaso como modelo alternativo a la competitividad y la eficiencia de la sociedad capitalista.
“Miedo de Muchos, los Mundos Posibles” es la instalación de MOMU & NO ES (Eva Noguera y Lucía Moreno) tras su exposición «1979-1982. Las guerras élficas», el pasado verano en la Sala Montcada de Caixaforum. «Miedo de Muchos, los Mundos Posibles» se aleja del humor aparentemente inocente de trabajos anteriores como «El Ajo Ganador» (2006) o «Mi Dispiace» (2005), para acercarse más a la ambición y la aparición de universos paralelos que suponía «Las guerra élficas». En este caso, una instalación que pretende invitar al espectador a realizar un recorrido teatralizado por experiencias y referentes relacionados con el miedo se acaba pareciendo más a una escenografía teatral que pierde su eficacia al convertirse en puerta de entrada a esta no-exposición colectiva.
En «Las Muertes Chiquitas», Mirella Sallarés utiliza metodologías propias de la sociología para hacer un estudio sobre «las muertes chiquitas», una expresión que en México se utiliza para denominar al orgasmo femenino (como «la petite mort» en la cultura francesa). Sin embargo, a diferencia del contexto francés, analizar el orgasmo femenino en una sociedad como la mejicana pasa irremediablemente por hablar de placer y también de dolor, de violencia y de muertes que no son tenidas en consideración. La instalación de Mireia Sallarés reúne el material recopilado desde el año 2006 mediante un vídeo que reproduce entrevistas a mujeres de distintos estratos de la sociedad mejicana, fotografías y un libro de artista elaborado a partir del material recogido.
Hace un tiempo, Fito Conesa escribió en su statement, o declaración de intenciones como artista lo siguiente: “Me interesa más hacer de una sonrisa un “event_o” y de una mirada desafiante un discurso cinematográfico que pasar horas pensando en balde y generando discursos cuya finalidad simpatiza con el hacinar, apilar o apelotonar. Hay mil maneras de generar política y mil formas de detonar una bomba… en ocasiones basta con un gesto micro para activar el mecanismo primario que nos pone alerta”. Conesa se centra en lo micro, en las vivencias de cada día, en los entornos más inmediatos para hablar de él mismo y, por extensión de todos nosotros, de nuestras experiencias compartidas. El sonido ocupa un lugar destacado en sus trabajos. En “Waiting Time/Wasting Time”, con distancia el mejor de los trabajos presentados, Conesa se propone «musicalizar el ritmo de las colas de espera» a partir de los marcadores que indican el turno en diversos sitios oficiales. En otras palabras, Conesa pone en primer plano los momentos de transición, en los que parece que no pasa nada, momentos y situaciones irrelevantes que nunca aparecen en una película, a no ser que tengan una finalidad dramática o incidan en el desarrollo de la acción, pero que forman parte de nuestras vidas y son tan reales como aquellos instantes en los que nos pasan grandes cosas o grandes encuentros.
Más de una década ha pasado desde que Joan Morey presentara en La Capella su proyecto STP (Soy tu puta), una «marca» que utilizaba numerosas estrategias de la moda y la publicidad, para «hacer visible el sometimiento de cualquier producción artística a las estructuras de poder». Y esta vuelta de Morey a la Capella nos hace dudar de la eficacia de esta convocatoria, o quizás de que algo falla en el tejido artístico-institucional de la ciudad cuando un artista que ya ha pasado por La Capella y ha tenido exposiciones individuales en circuitos más consolidados, vuelve a acogerse de nuevo a este tipo de convocatorias. En cualquier caso, tras las series de performances de proyectos como «Dominion» o «El Mal ejemplo», Morey presenta “Gritos y Susurros. Conversaciones con los radicales”, una serie de lecturas dramatizadas a partir del film «Gritos y Susurros» (1972) de Ingmar Bergman y del libro del grupo Actuel, «Conversaciones con los radicales» (1973). En el momento de escribir estas líneas sólo podemos adelantar las fechas en las que tendrán lugar las diferentes performances (27 de marzo, 3, 9, 17 y 30 de abril). Como es habitual en este artista, a las cuatro primeras se podrá asistir previa petición y a la última estrictamente por invitación.