http://www.xtrart.es/2014/07/22/montse-badia-enric-farres-duran/

ENRIC FARRÉS-DURAN

Enric Farrés-Duran (Palafrugell, Girona, 1983) es un narrador de historias, en las que lo real y lo ficticio se acaban encontrando y modificando. Su trabajo se articula a partir de investigaciones, coincidencias y encuentros fortuitos y de la posibilidad de realizar conexiones entre diferentes lugares, objetos y circunstancias. Farrés-Duran crea narrativas que revelan relaciones escondidas e inesperadas, que a veces implican tiempos y lugares distintos. El relato -narrado y escrito- juega un papel esencial en estos procesos, y las informaciones que aporta son esenciales para poder acercarnos al proceso y a las conexiones que establece. Sus proyectos se formalizan en instalaciones, recorridos comentados o visitas guiadas y libros.

De la misma manera que el escritor Enrique Vila-Matas no escribe sino que re-escribe, Farrés-Duran combina y baraja las estrategias técnicas y conceptuales mientras juega con todo el bagaje cultural que tiene a sus espaldas. La referencia a Vila-Matas no es casual ya que el artista toma su libro París no se acaba nunca y, literalmente, hace un fake del mismo, copiando no sólo el título sino también el diseño de portada, con el conocido fondo de color crema que identifica la colección Narrativas Hispánicas de la editorial Anagrama. La clonación formal es el punto de partida de una serie de proyectos en los que, como VIla-Matas (que a su vez toma el hilo de la novela de Hemingway París era una fiesta, para revisitar de manera irónica sus días de aprendizaje literario en el París de los años 70), el artista nos invita a un recorrido autobiográfico en el que lo verdadero y lo falso, lo verosimil y lo improbable acaban confundiéndose. París no se acaba nunca de Enric Farrés-Duran es un proyecto que, hasta el momento, ha desarrollado tres estadios (París no se acaba nunca # Poblenou; París no se acaba nunca # El Prat y París no se acaba nunca # Districte Cinquè), en los que el artista parte de un lugar concreto (el barrio barcelonés del Poblenou, la ciudad periférica de El Prat o el Distrito Quinto, en el barrio de El Raval de Barcelona) para establecer unos recorridos en los que se descubren tantas cosas como se ocultan y se completan con un libro que pone orden o contradice todo lo anterior.

Así, París no se acaba nunca # Poblenou traza un recorrido a partir de una coincidencia de iniciales y de ubicación, que vincula Can Felipa, una institución artística centrada en el arte emergente y un Museo de Pintura Contemporánea perteneciente a una fundación privada. La propuesta de Enric Farrés-Duran mezcló elementos de ambas instituciones, de manera que algunas pinturas de la segunda se expusieron en un contexto de arte emergente, mientras que los trabajos de algunos artistas muy jóvenes se mostraron mezclados con obras más tradicionales.

París no se acaba nunca # El Prat, realizado junto a Roger Amat-Comellas, trajo a la luz un recorrido hilarante de conexiones en las que aparecen algunos elementos con denominación de origen como las renombradas alcachofas de El Prat o el pollo de pata azul, en conexión con monumentos de los mismos sobredimensionados y encontrados en Estados Unidos (porque las circunstancias vitales de Roger Amat-Comellas le llevaron a residir en Estados Unidos), todo ello ambientado con la música desenfadada de los 80, con el grupo Decibelios y su “Vacaciones en el Prat”. El recorrido literal tomó forma de viaje en grupo en autocar que el artista tituló Viaje al origen.

La tercera de las entregas de París no se acaba nunca # Districte Cinquè, se realizó en el contexto de la exposición colectiva La Realidad Invocable en el MACBA. En sus andanzas por el Distrito Quinto barcelonés (en las que no faltan malentendidos con otro distrito quinto, el de París, también zona de universidades) el artista ha efectuado una investigación cuyos resultados se plasman en una instalación de inputs y hallazgos en forma de objetos, libros y otros elementos diversos. La instalación se presenta como el escenario de una representación a la que, como espectadores, hemos llegado demasiado pronto y en la que encontramos una estantería con diversos elementos, junto a una silla, una planta y un póster, de los que no sabemos ni podemos averiguar qué papel jugarán en la trama de una representación que, imaginamos, tendrá lugar unos instantes después. El secreto se desveló el día 26 de junio de 2014, cuando, con el título de Buscando enemigos, Enric Farrés-Duran realizó una visita guiada para un reducido número de personas, por algunos lugares del distrito quinto importantes en su propia biografía: la Facultad de Filosofía, la Escuela Massana o el estudio del diseñador Peret, entre otros. Allí, antiguos compañeros o colaboradores del artista tuvieron la oportunidad de discutir y rebatir sus ideas, desde un punto de vista filosófico o en forma de “ajuste de cuentas” que, en el fondo evidenciaba la inteligencia del posicionamiento de Farrés-Duran como artista y su maestría para agitar, barajar y manejar referentes, situaciones y formatos.

Farrés-Duran es capaz de enfrentarse a contextos muy diversos y llevarlos a su terreno. Es el caso de Tres cosas raras, historia de una desaparición (2013), en la Biblioteca de la Fundación Tàpies en la que, una vez más, parte de un elemento biográfico, los increíbles hallazgos dentro de libros (que conoce bien gracias a su trabajo en una librería de segunda mano), hasta desvelar, en forma de recorrido dramatizado, algunos de los tesoros y secretos mejor guardados de dicha biblioteca.

Y el último proyecto, por el momento, que merece la pena comentar aquí es 4 dies sense pati (Cuatro días sin patio) (2014) una intervención en la Fundación Josep Pla de Palafrugell, en el que escribe en un muro una cita del escritor Josep Pla: “De vegades pensó en Palafrugell”. Cuatro días sin patio fue el castigo que tuvo que cumplir Enric Farrés-Duran en la escuela por escribir con faltas de ortografía. En 4 dies sense pati, el artista escribe la cita de Pla con una obvia falta de ortografía (“begades” en lugar de “vegades”), un error que desencadenó una animada polémica en el contexto local y generó ingeniosos gifs animados en las redes sociales.

Con su aire juvenil y desenfadado, Enric Farrés-Duran inicia relatos que combinan hechos reales e historias inventadas, y, él, como buen narrador nos invita a seguirlas y disfrutarlas, pero también a cuestionarlas y ponerlas en entredicho.

Montse Badia
Barcelona, 17 de julio de 2014