Momu & No Es presentan en Barcelona su trabajo más ambicioso hasta la fecha. Los curiosos protagonistas de otras narraciones anteriores son ahora substituidos por las crónicas que documentan el fracaso de un imperio.
Eva Noguera y Lucía Moreno (Momu & No Es)iniciaron su trabajo en colaboración cuando todavía eran estudiantes de Bellas Artes en la Universidad de Barcelona. Desde que, en el año 2004, formaron parte del equipo de la «Oficina para la recaudación de fondos para la realización de una figura de cera de Yola Berrocal» dentro del proyecto «Fe y Entusiasmo» de Antonio Ortega, hasta su trabajo más reciente, la exposición que ahora presentan en el Espai Montcada de CaixaForum, todas sus propuestas comparten humor y una frescura aparentemente inocente. Recordemos, entre otros,»Mi Dispiace» (2005), una narración que surgió de una anécdota: el encuentro fortuito de una maleta; «El Ajo Ganador» (2006), un vídeo que muestra la feroz competición de una serie de ajos por conseguir un premio:tener el honor de ser frito o «La Reina de las Fiestas» (2007), que tomaba como referencia una fiesta popular de Mave, un pequeño pueblo de Palencia.
Todas ellas, pequeñas y divertidas historias, en las que se hacía difícil discernir si tras la inmediatez existía una ironía real o sólo imaginada o, en otras palabras, si estábamos ante un trabajo constituido a partir de fragmentos y anécdotas más o menos afortunadas o existía un discurso quelas iba articulando. «1979-1982. Las guerras élficas», su proyecto más reciente es también su trabajo más ambicioso y la confirmación de la validez de su discurso.
«1979-1982. Las guerras élficas» se inicia como tantas otras exposiciones de carácter histórico (dedicadas a los etruscos, la India o el imperio persa) que hemos visto en CaixaForum, el centro en el que se exponen: con un vinilo que situa cronológica, geográfica e históricamente al espectador en el motivo de estudio que la exposición presenta. Como en otros trabajos anteriores de Momu & No Es, realidad y ficción se entrecruzan y hacen su aparición universos paralelos que no hacen sino acelerar el extrañamiento ante la realidad. Sin embargo,existe un elemento nuevo y es que «1979-1982…» asienta la ficción en una base de datos, hechos y objetos que siguen una metodología histórica y científica que les otorga veracidad y credibilidad. No deja de ser oportuno recordar que en su libro «Un estudio de la Historia», Arnold Toynbee veía en la ficción, la ciencia y la historia,tres métodos diferentes para visualizar y presentar los objetos del pensamiento y la experiencia humanos, no tanto desde compartimentos estancos, sino interfiriéndose entre sí. Para él, «la Historia,investigación y registro de los hechos sociales de las civilizaciones, recurre a leyes generales, que son propias de la ciencia y que también utiliza la ficción; la Ciencia puede limitarse al registro de los hechos y la Ficción, por intermedio de la novela, del drama, alcanza,honrando la afirmación aristotélica de que la poesía es más filosófica que la historia, un nivel de generalidad semejante al del pensamiento científico».
«1979-1982. Las guerras élficas» recupera unos hechos históricos olvidados de la historia española reciente que, debido a la agitación política que presidió los últimos años del franquismo y los inicios de la democracia, pasaron totalmente desapercibidos. A partir de estas premisas, Momu & No Es recurren a todos aquellos elementos de la investigación, dela museográfia y la didáctica (como son el texto introductorio inicial, un punto de información descargable en el teléfono móvil vía bluetooth, un detallado estudio arqueológico acompañado de la presentación de una fosa común, un refugio con elementos documentales, un vídeo de ficción y un vídeo-clip, una entrevista con un testimonio y una crónica histórica en forma de publicación) para adentrarnos en el extinguido mundo de los elfos, en sus peculiaridades físicas y mentales, en su integración durante siglos en la vida de los humanos, en sus sueños de supremacía, los conflictos internos, el fracaso de su potencial imperio, el exilio a Iowa y el testimonio de la última representante de su especie.
Como en otros ejemplos de la literatura fantástica o la ciencia ficción, el rigor de los detalles que sustenta la trama está tan perfectamente construído que no sólo dota de veracidad toda la historia, sino que hace surgir una duda razonable. ¿No cabría la posibilidad de que algunas de las acciones terroristas llevadas a cabo por elfos a finales de los años 70 hubieran pasado desapercibidas o «confundidas» con otras acciones ejecutadas por otros grupos terroristas? ¿Aquello que a menudo etiquetamos como»freaky» no podría ser que respondiera a otra lógica que no es la humana, a una «lógica alterada», propia de los elfos?
En el fondo, los ajos que compiten, los pulpos que ganan concursos de disfraces o los elfos que se extinguen no son más que McGuffins utilizados por Momu & No Es para especular desde la distancia sobre la realidad, para llamar la atención sobre los aspectos escondidos en los entornos cotidianos, en aquello que parece más común y anodino. Las pequeñas y grandes historias que cuentan pueden parecer cotidianas, amables, humorísticas o incluso épicas, pero en el fondo vienen cargadas de dudas y de interrogantes, de extrañeza y perplejidad. Quizás son como los elfos, secretamente integrados y muy pocas veces descubiertos…