Existe desde hace dieciocho años y es uno de los archivos accesibles más impresionantes dedicados a la cultura contemporánea. Contiene poesía concreta y sonora, piezas de video realizadas por artistas, cine underground, arte sonoro y otras extravagancias que son verdaderos tesoros. Es UbuWeb. Fue fundada por el poeta Kenneth Goldsmith y se autodefine como el Robin Hood de la vanguardia, con la particularidad que en lugar de robar a unos para dar a otros, lo que hace UbuWeb es compartir de manera abierta el acceso al conocimiento. No tiene ánimo de lucro y su funcionamiento no implica transacciones económicas. Está en Internet: www.ubu.com, con el ancho de banda y el servidor cedidos por diversas universidades. UbuWeb funciona a partir de voluntariado y gran parte del material que cuelga en Internet es sin permiso. Su finalidad es compartir y sus contenidos son objeto de consulta y estudio desde la investigación y los ámbito universitario y cultural.
¿Qué encontramos en UbuWeb? De todo. Desde films de Kenneth Anger, Omer Fast, General Idea o Jean Genet, por mencionar el amplio abanico de posibilidades, hasta los seminarios completos de Jacques Lacan y material nada obvio, como el film Television Delivers People de Richard Serra, documentales y biografías dedicadas a Jorge Luis Borges o J.G. Ballard, textos de Stéphan Mallarmé, Öyvind Fahlström o William S. Burroughs y, finalmente, rarezas que son verdaderos tesoros como los greatest hits musicales de Martin Kippenberger o el anuncio televisivo que Salvador Dalí hizo para un banco en el año 1967.
“Si tuviéramos que pedir permiso, no existiríamos”, afirmaba Kenneth Goldsmith en una carta abierta que escribió en el año 2001. Pero no sólo no ha tenido problemas con los creadores, sino que ha recibido premios y reconocimientos por su labor en Internet. Hablar de UbuWeb ahora tiene sentido por su largo recorrido, porque se trata de una iniciativa idiosincrática que no cree en copyrights, burocracia, comités o cifras de visitantes, porque plantea otra manera de distribución de contenidos culturales y también, porque muestra que otra forma de funcionar es posible, al tiempo que pone en evidencia un sistema del arte basado en formas anacrónicas de distribución, un ámbito académico cuya prioridad ha dejado de ser el conocimiento y, por supuesto, un mundo en el que la cultura importa cada vez menos.
La falta de intercambio monetario, el hecho de no generar beneficios o no estar en venta (aunque ofertas no le han faltado) hace que UbuWeb sea absolutamente independiente. Aunque esta independencia conlleva la incertidumbre de que en cualquier momento pueda dejar de existir, bien porque dejen de cederle espacio en servidores, porque no tenga el suficiente número de voluntarios o incluso porque las energías humanas se agoten. Así que disfrutemos de las posibilidades que nos ofrece mientras dure y ¡larga vida a UbuWeb!